Ayer celebramos el primer evento abierto de AHDALID en el salón de actos de las oficinas de El Corte Inglés en la calle Tomás Bretón de Madrid.
AHDALID es la Asociación Hispana de Agenda y LiderazgoDigital, que nace con la misión de ayudar los actores del mercado español,
empresas e instituciones, a hacer una transformación rápida y eficiente hacia
la economía digital.
Un grupo de socios fundadores hemos constituido la
asociación y definido sus principales líneas de actuación, con idea de abrirla
a la participación de empresas de todos los sectores (desde grandes empresas a
PYMES, consultoras, fabricantes de tecnología, etc), instituciones públicas (Universidades,
Administración Central del Estado, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, etc),
inversores (fondos de inversión, business angels, etc) y profesionales.
Después de este trabajo de definición y preparación, ayer
presentamos la iniciativa a un primer grupo de personas interesadas. Para ello,
preparamos varias intervenciones breves: alineamiento humano para la
transformación digital (Ramón Cabezas), investigación en transformación digital
(Mario Piattini), Capitalismo, Tecnología Digital e Internet (Juan José
Aguirre), líneas de trabajo AHDALID (Jesús Hernando) y ¿Por qué AHDALID?
(Manuel Galán).
El acto terminó con un animado coloquio y con nuevas
inscripciones a AHDALID.
Mi intervención se centró en resumir las principales
lecciones aprendidas del estudio G. C. Kane, D. Palmer, A. N. Phillips, D.
Kiron, and N. Buckley, “Achieving Digital Maturity” MIT Sloan Management Review
and Deloitte University Press, July 2017.
A la hora de construir la agenda del evento, nos pareció
importante transmitir nuestra visión de Transformación Digital como un fenómeno
holístico que conduce a nuevos modelos de negocio, mucho más allá de la
implantación de una tecnología o redefinir los canales de distribución.
Por ello elegimos difundir los resultados del citado estudio,
donde, una reputada fuente, en un estudio muy reciente, apoya completamente
esta visión. Además, desde una aproximación empírica, es decir, como resultado
del estudio con 3 500 ejecutivos, managers y analistas encuestados de 114
países, y 29 sectores.
Ya hemos escrito en este blog una primera introducción sobre
esta investigación en el post “El mayor diferenciador de avance en MadurezDigital es la estrategia”, donde anunciamos que resumiríamos en un artículo posterior otros hallazgos
sobre lo que distingue a las organizaciones que están madurando digitalmente.
Esto es lo que me propongo hacer a continuación.
El siguiente factor diferencial de las compañías que están
madurando es realizar innovación
digital, como algo más que sólo experimentación. En compañías que están
madurando digitalmente, pequeños “i”
(innovaciones con i minúscula) llevan a grandes “I” (grandes innovaciones, con
I mayúscula) con más frecuencia que en otras organizaciones. Una tolerancia
para los fracasos y la capacidad de aprender de ellos subyace la capacidad de acelerar
los experimentos de "pequeños i", pero lo que a menudo distingue a
las empresas que maduran digitalmente es su capacidad para escalar los experimentos digitales. Se repite mucho del mantra de "fallar
rápidamente", pero decidir qué hacer cuando los experimentos tienen éxito
puede ser un desafío mucho más grande.
El tercer asunto es determinar
el modelo de financiación de la innovación. Un desafío clave para jugar el
juego a largo es encontrar recursos para avanzar las iniciativas digitales
mientras siguen los negocios existentes. El
escalado exitoso de iniciativas se puede financiar de diferentes maneras
como inversiones de capital o reducciones de gastos, pero es fundamental que cada compañía defina y aplique su propia manera de
hacerlo. Además, el Modelo de Financiación puede ser parte importante de la
innovación.
El cuarto punto es realizar cambios sistémicos respecto a
cómo se organiza la fuerza del trabajo y cómo se realiza el propio trabajo. Las estructuras organizativas basadas en
sistemas de mando y control son un obstáculo. Las empresas que maduran
digitalmente confían mucho menos sus decisiones en una estructuras de gestión
jerárquicas que las otras. Romper los
silos funcionales y centrarse en la colaboración transfuncional es crucial
para el éxito en entornos digitales. Los equipos transfuncionales también
alientan a las personas a pensar de manera diferente.
El quinto factor es
impulsar su propia cultura digital, colaborativa y tolerante al riesgo. Las
compañías que están madurando digitalmente cultivan intencionadamente su propia
cultura digital para soportar sus iniciativas de negocio. Superar la aversión
al riesgo es quizá la característica más importante de las culturas que maduran
digitalmente. Han conquistado esta barrera cultural animando a sus
organizaciones a experimentar. Las culturas corporativas cambian con la
transición de operaciones en silos a trabajo en equipo transfuncional, esto cambia
la mentalidad y el compromiso entre los empleados. De esta manera, emergen nuevas
mentalidades y estilos de trabajo, que, a su vez, fortalecen la cultura de la
empresa y su agilidad, comenzando un círculo
virtuoso donde la madurez digital estimula el cambio aumentando la adopción de
negocios digitales y viceversa.
El sexto punto es invertir
en talento digital. Los empleados quieren trabajar para compañías
digitalmente maduras. Las organizaciones madurando digitalmente están mucho más
confiadas que las demás en tener la suficiente capacidad de talento digital en
su fuerza de trabajo. Los resultados subrayan la importancia de proporcionar
oportunidades de crecimiento y desarrollo. Utilizar el talento digital o
perderlo. Es 20 veces más probable que un ejecutivo de nivel vicepresidente
cambie de trabajo antes de un año si no tiene oportunidades de desarrollo
digital que los que las tienen. De esta manera, las organizaciones que no
desarrollan su propio talento digital verán que empleados y ejecutivos saltarán
a competidores que sí lo hacen.
Pero desarrollar y
mantener ese talento, necesita ir más allá de la formación para crear un
entorno donde los empleados están ansiosos de aprender, ganar experiencias
digitales y crecer. Entornos que estimulan el aprendizaje son más propensos a
retener talento. Las empresas también deben ser más creativas en sus esfuerzos
de reclutamiento.
Por último, la
madurez digital se alcanza mediante el compromiso, la inversión y el liderazgo.
Las iniciativas digitales son dos o tres veces más exitosas si hay suficiente
compromiso detrás de ellas.
La madurez digital no
se desarrolla accidentalmente, ni es el resultado de una solución rápida, y
requiere que los líderes replanteen continuamente todo su negocio paso a paso
desde la base.
El tiempo para
comenzar a madurar es ahora. Si una organización espera hasta que vea una
prueba positiva del mercado de que los modelos de negocio tradicionales están
vacilando, puede ser demasiado tarde.
Uno de los puntos importantes me parece es empezar a acordar entre sectores el modelo de Medición de la madurez Digital, de forma que se le quite subjetividad a que tan maduro o no o que tanto afecta un factor específic
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Lucio. Tan es así, que estamos trabajando en un modelo para medir de forma objetiva el grado de madurez de una organización.
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